Formato:
tapa blanda | Editorial: Catalonia |Año: 2015| 286 páginas |
*Copia de
biblioteca
Opiniones personales.
Dani:
3/5
estrellas: Ni mala ni buena
Me decepciono este libro. Creo que gran parte
es que nunca leí de que se trataba y tenía otra ideo de lo que era. Sabía que
era chileno, me pareció atractivo el título y lo leí.
Gay gigante es una biografía, o al menos
parte de este, que se realiza a través de
ilustraciones. Es una interesante lectura para adentrarse a la vida de un joven
gay en los noventa y lo que eso significa.
Lo que no funciono para mí fue que no
fuera tan accesible y que un tema importante quedó medio al aire.
El libro tiene muchas canciones y frases
escritas en inglés, sin que haya subtítulos o algo parecido. No fue un problema
para mí porque sé leer inglés, pero no todxs saben. Personalmente no encontré que
las canciones y escenas de series (me gusto mucho la escena de Grey’s anatomy o
La anatomía según grey que no estoy tan segura de la legalidad de eso, ya que
fue ilustrada la escena palabra por palabra) hayan complementado la historia.
Yo me salte unas de ellas porque me aburrieron.
Uno de los temas es la aceptación de uno
mismo, que solo tomo forma en las últimas hojas del libro. No hubo una
progresión, al menos no como yo esperaba para un tema así. Hubo una
conversación y saltamos al Gabriel adulto, sin transición.
Me gustaron las ilustraciones y el color. Y la otra portada es perfecta.
Información adicional
Sinopsis: Un niño que se siente extraño en un
mundo que le resulta adverso. Un niño que canta Yuri mientras juega con sus
amigos al Festival de Viña, que le gustan las barbies y Raffaella Carrá, y cuyo
auto secretamente favorito es uno que dice Tutti Frutti. Un niño que va
descubriendo su inadecuación con este mundo, sintiendo algo de culpa y, sobre
todo, mucho susto de que su “diferencia” sea descubierta.
Las divertidas y rosadas páginas de Gay Gigante muestran el mundo de quien crece siendo gay en los noventa, creando un personaje entrañable y cargado de humor, que en el camino a hacerse adulto se da cuenta que el rechazo del mundo no se termina, y que la verdadera aceptación viene de uno mismo.
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